Todo indica que la situación en la península de Corea vuelva al punto de inicio que tenían antes de la reunión Kim-Trump. El líder norcoreano ha puesto la pelota del lado estadounidense para que Washington juegue su turno en el tema de la desnuclearización, al cual ha sido esquivo recientemente.
Kim Jong-Un, anunció tras su reunión con el presidente ruso, Vladimir Putin, que esperarán hasta finales de año para dar tiempo a que Estados Unidos flexibilice las sanciones que pesan sobre la nación asiática. En caso contrario, seguirán adelante con su programa nuclear.
“La situación en la península coreana y en la región ahora está estancada y ha llegado a un punto crítico en el que puede volver a su estado original, ya que EEUU adoptó una actitud unilateral de mala fe en las recientes negociaciones de la cumbre RPDC-EEUU”, dijo Kim a una cadena de noticias.
Tras el encuentro de febrero, Washington no ha dado ninguna señal de respuesta sobre las solicitudes hechas por Corea del Norte para que se levanten las sanciones comerciales a Pyongyang, a cambio de que su gobierno inicie el proceso de desnuclearización.
La reunión entre Kim y Putin, y las declaraciones de ambos mandatarios, podrían ejercer una presión adicional para que Trump se pronuncie finalmente y atienda a los compromisos adquiridos en Vietnam.
RB