La sabiduría popular aconseja no buscarse problemas de forma gratuita, porque los problemas suelen llegar solos. Para el presidente ecuatoriano Lenín Moreno este consejo está fuera de su alcance y se metió en un lío del cual podría ser muy difícil que salga ileso. Sus coqueteos con el Fondo Monetario Internacional y su apego a las políticas de Washington, convirtieron una de las economías más estables de Suramérica en un escenario de caos callejero que protesta ante medidas neoliberales.
Hoy Ecuador está en la calle reclamando airadamente al gobierno la traición a todo lo que prometió, por ello VTactual ofrece este listado de las 7 claves para entender la crisis en la que Moreno metió a Ecuador.
7. El lío cazado por Moreno

La estabilidad económica que dejó en Ecuador el gobierno de Rafael Correa, no fue una tarea fácil para un país que asumió el dólar como moneda corriente y que sufrió serias dificultades en ese ámbito en el pasado. Pero Lenín Moreno tenía otros planes que incluían el retorno a las políticas neoliberales y el acercamiento al Fondo Monetario Internacional (FMI), institución duramente cuestionada por su antecesor. En marzo de 2019, Moreno metió a su país en un lío tremendo al pedir una línea de crédito por 10 mil 200 millones de dólares, para lo cual el FMI exigió reformas legales, reducción del gasto público y una reforma laboral que ha dejado a miles de trabajadores en la calle.
6. Bajando la cabeza

El gobierno de Moreno acató de manera diligente las recomendaciones del FMI y para ello ideó unas medidas económicas de austeridad que desde hace meses se esperaba. Finalmente, el presidente ecuatoriano anunció un paquete de medidas que incluyen la reducción del gasto público y el incremento de los ingresos del Estado, para lo cual el mandatario decidió eliminar el histórico subsidio a los combustibles, que dio origen a las contundentes protestas que iniciaron los transportistas y continuaron en buena parte de la sociedad ecuatoriana.
5. Aumento de la gasolina

Para una economía dolarizada, que tiene un salario mínimo menor a 400 dólares mensuales, el aumento de la gasolina es un duro golpe al bolsillo de los trabajadores, ya que todas las cadenas de precios y distribución, se ven afectadas en un país donde no hay transporte más económico. Tras la orden de Moreno, el galón de diesel pasa a costar de 1,03 dólares a 2,27 y la gasolina pasó de 1,85 a 2,30 dólares por galón.
4. Estallido social
Los anuncios del presidente ecuatoriano despertaron la indignación de la población del país, que ya venía atravesando fuertes descontentos ante la reducción importante de la nómina de la Administración Pública. El aumento de los combustibles desató la rabia contenida y el sector transporte comenzó a bloquear vías importantes del país, sobre todo las que dan acceso a la capital. El centro de Quito, los alrededores del Palacio de Carondelet (sede de la presidencia) y algunas ciudades como Guayaquil, vivieron enfrentamientos entre manifestantes y policías, saqueos a comercios y bloqueos de vías, que fueron fuertemente reprimidos por agentes de seguridad.
3. Declaración de Estado de excepción

El presidente Moreno firmó un decreto aplicado a escala nacional que pone en alerta a los cuerpos de seguridad, incluida la Policía Nacional y el Ejército, ante situaciones de caos y alteración del orden público. La medida incluye la suspensión de algunas garantías constitucionales como la inviolabilidad del hogar, el derecho a reunión, la libertad de tránsito y otorga libertad de requisas en el momento en que las autoridades lo consideren necesario. La medida tiene una duración de 60 días con opción a ser renovada. Las declaraciones de Estado de excepción son comunes en gobiernos que aplican medidas neoliberales y luego reprimen al pueblo que reclama.
2. Represión desenfrenada
La actuación violenta de la policía y el Ejército fue la constante desde el primer momento en que se registraron las primeras protestas, como si se tratara de una orden ya prevista en caso de que se produjeran. En menos de un día de protestas, se contabilizaron 281 puntos de concentración de manifestantes, 14 heridos y la suspensión de vuelos internos en el país andino. La represión incluyó a reporteros y jóvenes liceístas, que sufrieron brutales palizas por parte de efectivos policiales.
1. La amenaza de los transportistas

Abel Gómez, representante del gremio de los transportistas, anunció que las protestas y bloqueo de vías continuarán hasta que el gobierno dé un paso atrás en las medidas que desencadenaron estas acciones. “La posición firme es que el decreto tiene que ser derogado. En caso contrario, la medida continúa. Como no hemos llegado a ninguna conclusión en temas de arreglo con el Gobierno, nosotros ratificamos la medidas”, dijo.
RB