Corea del Norte celebró hoy el 70 aniversario de su fundación con un desfile militar del que no se hicieron eco los medios estatales, lo que apunta a que el Gobierno apostó por mantener un perfil bajo para no malograr el diálogo con EEUU.
El desfile arrancó en torno a las 10.00 hora local (1.00 GMT) y concluyó una hora y media después, toda vez que el líder norcoreano, Kim Jong-un, presidió el evento pero no pronunció ningún discurso.

También prefirió no mostrar misiles balísticos intercontinentales o de alcance medio que podría haberse interpretado como una provocación en un momento marcado por el acercamiento con Washington y las negociaciones para la desnuclearización de Pionyang.
Junto a Kim estuvo en el palco de autoridades Li Zhanshu, miembro del Comité Permanente del Politburó y considerado número tres del Partido Comunista chino, subrayando la mejora de lazos entre Pekín y Pionyang en el último año.
Hubo mucha moderación
Al contrario de lo que suele ser habitual, los medios norcoreanos no han informado en directo del desfile, que el régimen ha preparado durante meses -tal y como mostraron imágenes por satélite- y al cual ha invitado a gran cantidad de periodistas y autoridades extranjeras.

Este tono inusualmente más moderado puede interpretarse como un gesto de Pionyang destinado a no torpedear el diálogo con la Casa Blanca.

Se trata del primer gran desfile norcoreano desde que Kim y el presidente de EEUU, Donald Trump, firmaron una declaración conjunta en Singapur comprometiéndose a trabajar para lograr la desnuclearización del régimen a cambio de que Washington garantice la supervivencia del mismo.
FF