Un grupo de 34 legisladores, tanto demócratas como republicanos, enviaron una carta al mandatario estadounidense Donald Trump, y en la que exigen aumentar la presión sobre el Gobierno de Venezuela sancionando de inmediato a funcionarios responsables de supuestos actos de corrupción y abusos de derechos humanos, según información publicada por medios de comunicación locales este miércoles.
La misiva urge además de una investigación íntegra sobre el supuesto tráfico de drogas y el presunto apoyo del nuevo vicepresidente venezolano, Tareck El Aissami, a grupos terroristas de Oriente Medio, sin base en fundamentos de ningún tipo.
Trump durante su campaña electoral prometió mano dura contra los Gobiernos de Venezuela y Cuba, si ganaba las presidenciales en EE.UU., y que su Gobierno se solidarizaría abierta y fuertemente con los opositores en dichos países latinoamericanos, cambiando radicalmente la política de su predecesor, Barack Obama, que según él era de mejorar la relación con La Habana y no criticar severamente al Gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro, pese a que éste firmó una orden ejecutiva que declara a la nación sudamericana como una “amenaza inusual y extraordinaria”.
En esta línea, a finales del pasado mes de enero, el nuevo secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, avaló la posibilidad de concretar un cambio de Gobierno en Venezuela, hecho que mostró que la nueva Administración estadounidense todavía sigue políticas hostiles hacia Caracas.
En este sentido, instó a continuar oponiéndose al gobierno de Maduro, exigir la liberación de los políticos presos y reforzar las sanciones contra los que calificó como «violadores de derechos humanos».
El Gobierno venezolano ha acusado en reiteradas ocasiones a Washington de realizar una campaña de desestabilización en el país suramericano mediante agresiones mediáticas, complots financieros y económicos y de apoyar a la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en sus intentos por derrocar a Maduro.
Siguen las protestas contra Trump
De acuerdo a algunos medios, en ciudades como Los Ángeles se mantienen manifestaciones en contra de las personas escogidas por Trump para conformar su gabinete de gobierno.
A los activistas les preocupa que figuras como Stephen Bannon, conocido por su pensamiento racista, retrógrado y ultraconservador, y otros personajes con poca o nula experiencia en el gobierno dicten las políticas y asesoren al presidente estadounidense en temas delicados como la educación y los programas sociales.
«Debe quedar muy claro que no es retórica de campaña, sino que es un equipo de extremistas, es una oligarquía que consolida el poder a través del miedo y debe quedar muy claro que esa es la agenda», afirma Salvador Gregorio Sarmiento, activista latino por las minorías, desde Los Ángeles.
Una figura que es rechazada es la multimillonaria Betsy DeVos, recién nombrada Secretaria de Educación por apenas un voto a favor, luego de que el Vicepresidente Mike Pence, usando su facultad como Presidente del Senado por primera vez en la historia del país, dio su respaldo rompiendo el empate a 50-50 entre republicados y demócratas.
La nominación de la nueva secretaria de Educación fue criticada por los demócratas, que la acusan de tener escasa experiencia en el manejo de la educación, además de oponerse a la educación pública. De hecho, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, dijo que DeVos es «una de las peores nominadas en ser jamás considerada para el puesto».
Con información de HispanTV y BBC.
JA