Este lunes, el descenso de las lluvias continuas que desde hace diez días azotó a la India, bajó los niveles de agua. Sin embargo, en las labores de rescate se sumaron unos 30 cadáveres lo que ascendió la cifra de muertes a 400 en la región más turísitica, Kerala, ubicada al sur del país.
Catalogadas como las peores lluvias en un siglo, el desastre natural atribuido al monzón que se espera cada año, ha dejado cerca de 725.000 mil personas refugiadas en campamentos habilitados por parte de las autoridades.
«El número total de personas que se refugiaron en los 5.645 campamentos humanitarios subió a 724.649» detalló en declaraciones a la prensa, Pinarayi Vijayan, jefe del gobierno local.
La alerta se mantiene ahora por las consecuencias sanitarias que pueden devenir con la contaminación del agua potable y las malas condiciones que hacen temer la aparición de enfermedades. Como medida se van a trasladar a las poblaciones personal de salud para hacer seguimiento a la situación. Miles de personas aún se encuentran atrapadas y más de 10.000 kilómetros de carreteras quedaron dañadas, causando pérdidas estimadas en 2.900 millones de dólares, mientras las autoridades se centran en atender a las víctimas.
JKG
El monzón sin tregua en la India y las víctimas continúan en ascenso
