América Latina tiene más de un millón de dólares fuera de esa zona geográfica y más del 75 % de ese monto se encuentra en Estados Unidos. Uno de los objetivos del Banco del Sur es repatriar ese capital para el desarrollo de los pueblos sudamericanos.
El pasado 30 de noviembre, en la sede de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), en Quito, se realizó la instalación del Directorio Ejecutivo del Banco del Sur (BdS), con los representantes de Venezuela, Uruguay, Ecuador y Bolivia. Durante esta reunión se llevó a cabo la elección del uruguayo Pedro Buonomo como nuevo Presidente Ejecutivo del BdS, quien asume el reto de construir una nueva arquitectura financiera regional para las economías de América del Sur.
De esta manera, se pone en marcha la operación inicial de la institución, abriendo sus cuentas en Suramérica, las cuales pretenden captar 90 millones de dólares de capital en efectivo, al término del primer año. Está previsto que el Banco cuente con una inversión de 7 mil millones de dólares distribuidos entre sus integrantes, de acuerdo con las economías de cada uno. En ese sentido, se acordó que los países más grandes, Brasil, Argentina y Venezuela, aporten 2 mil millones de dólares cada uno. A Ecuador y Uruguay les corresponderá 400 millones de dólares y finalmente Bolivia y Paraguay entregarán 100 millones.

¿Cómo nace el BdS?
El 9 de diciembre de 2007, Argentina, Bolivia, Uruguay, Ecuador, Venezuela, Brasil y Paraguay suscribieron el Acta Fundacional del Banco del Sur, una institución que se define como banca de desarrollo con énfasis en el fortalecimiento de la soberanía de los países miembros en sus diferentes dimensiones: alimentaria, energética, de salud, conocimiento y recursos naturales, así como desde el punto de vista monetario para potenciar las monedas nacionales y contribuir a la creación de un sistema monetario regional.
En el año 2011, el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, defendió la creación del Banco del Sur e instó a las naciones del bloque a depositar allí sus reservas. Hoy, ese sueño se hace realidad.
¿Cuáles son sus retos?
El Banco del Sur tiene como principal objetivo impulsar proyectos regionales y se perfila como alternativa para ayudar a repatriar capital necesario para el desarrollo de los pueblos sudamericanos, ya que son cuantiosos los recursos depositados en bancas extrarregionales, extracontinentales, que están al servicio de otros pueblos y que deben rescatarse para el desarrollo de la zona. Según datos del Banco de Pagos Internacionales, América Latina tiene más de un millón de dólares fuera de esa zona geográfica y más del 75 % de ese monto se encuentra en Estados Unidos.
Informó Pedro Buonomo, presidente del BdS, que la entidad financiera comenzará con un proceso de capitalización paulatino que demandará varios años antes de llegar a cifras significativas y uno de los mayores desafíos es el convencimiento de los gobiernos e instituciones para que una parte importante de los recursos se queden en la región.
“Los europeos tienen el Banco Europeo de Inversiones. Los asiáticos acaban de crear el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura. Y quizás, más importante, los BRICS acaban de crear el Nuevo Banco de Desarrollo con el mismo objetivo. Todas estas instituciones están pensadas con una visión estratégica similar al Banco del Sur, recuperar el control de los excedentes financieros de las regiones para canalizarlos en el desarrollo de los países”, declaró Buonomo en entrevista para Celag.org.
Igualmente, entre las prioridades de financiación están los sectores de infraestructura (por ejemplo, de interconexión eléctrica, infraestructura vial y ferroviaria) y conocimiento, principalmente por la dimensión social y de igualdad, al favorecer el acceso de la sociedad al ámbito productivo, a los bienes públicos, la salud y la educación, entre otros. Para Buonomo, en la actualidad existe «una ofensiva de los países centrales» por medio de tratados específicos de libre comercio orientados a ámbitos como el de las patentes y el del conocimiento. Esto representa una amenaza contra «nuestras posibilidades de crecimiento soberano», por ello, será necesario «encontrar instrumentos para empezar a financiar proyectos que nos fortalezcan».

Líneas de acción para el año 2017
En la etapa preoperativa, que abarca los primeros 90 días de trabajo del Directorio Ejecutivo, está prevista la instalación de la sede del Banco del Sur en la ciudad de Caracas, Venezuela. Esta fase también implica culminar los trabajos de diseño de normas, procesos y procedimientos que regularán la actuación de la institución, así como la estructura organizacional requerida.
En cuanto a los proyectos, existe una cartera de infraestructura que incorpora a varios países de la región y que han sido definidos como claves para avanzar en la integración física y en el impostergable proceso de integración productiva regional. Y finalmente, en términos estratégicos, el BdS irá estableciendo conexiones con otras instituciones de la región y fuera de ella.
En cuanto al actual contexto político y económico desfavorable en la región, el nuevo presidente del Banco del Sur, quien fuese viceministro de Economía y Finanzas de la República Oriental del Uruguay durante la presidencia de José Pepe Mujica, concluyó que aunque actualmente hay una situación muy diferente a la existente cuando se firmó el acuerdo constitutivo en 2006, el Banco se ha establecido formalmente en función de retomar la integración regional. “Los avances sociales deben ser sostenidos por los protagonistas del proceso de cambio, son ellos los que defenderán las conquistas alcanzadas más allá de eventuales riesgos que aparecen cuando la correlación de fuerzas cambia. El Banco del Sur fue concebido como un instrumento para la defensa y profundización de estas conquistas. En el marco de las referidas restricciones se deberán encontrar los mejores mecanismos para cumplir ese rol”, sentenció Buonomo.
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