Hoy se cumplen 142 años de aquella primera marcha de mujeres un 8 de marzo. Cientos de trabajadoras textiles de la ciudad de Nueva York se alzaron exigiendo reivindicaciones salariales: 120 de ellas fueron asesinadas por el salvajismo policial.
Fue precisamente en las entrañas del imperio, el 28 de febrero de 1909 cuando se celebró por primera vez el Día de las Mujeres Socialistas en EEUU. En 1910, la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas estableció el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Un año más tarde, 146 trabajadoras murieron en un gran incendio de una fábrica textil a causa de derrumbes, quemaduras e intoxicación por humo y otras se suicidaron al no tener escapatoria.
Los derechos de millones de niñas y mujeres a la educación, la salud, la identidad, el trabajo, la participación política y a no ser agredidas sigue siendo una tarea pendiente en un mundo que se promociona a sí mismo como «civilizado». Los asesinatos de mujeres por su género aún son una epidemia en todo el mundo, especialmente en Nuestro Continente.
Venezuela, tierra de mujeres rebeldes
Las resistencia indígena a la invasión imperialista española y la gesta independentista venezolana -clave en Suramérica- otorgó un papel protagónico a la mujer. Su papel no se limitó al proceso conspirativo, a tareas de combate clandestino, sino que la mujer independentista comandó tropas, como Josefa Camejo en Occidente, y fue al campo de batalla como Manuela Sáenz. La Revolución Bolivariana ha acudido al rescate del imaginario femenino independentista. En los últimos años han entrado al Panteón Juana Ramírez La Avanzadora, las Negras Matea e Hipólita y Apacuana.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela fue la primera en la historia del país que le abrió paso a la mujer como constructora de los procesos políticos más allá del sufragio. Suprimió el lenguaje sexista. Protegió a la mujer de la discriminación. Por primera vez se otorgó rango constitucional al derecho de las mujeres por el trabajo invisible e imprescindible en los hogares. El texto constitucional se constituyó en una plataforma de lucha y base desde la cual avanzar.
“Sin la verdadera liberación de la mujer, sería imposible la liberación plena de los pueblos y soy un convencido de que un auténtico socialista debe ser también un auténtico feminista”, escribió Hugo Chávez el 8 de marzo del 2009.
Chávez convirtió al feminismo en una política de Estado. Durante su presidencia se promulgaron las leyes Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, Protección de las Familias, la Maternidad y la Paternidad y la Ley de Igualdad de Oportunidades para la Mujer.
El 25 de octubre de 1999 se creó el Instituto Nacional de la Mujer (Inamujer, en la actualidad denominado Unamujer), encargado de garantizar la igualdad de oportunidades y promover la participación protagónica de la mujer en todos los ámbitos.
Chávez es el autor del Banco de la Mujer (Banmujer), que brinda apoyo económico a las féminas con mayores necesidades; y el Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género, institución dedicada a promover la protección de las mujeres y la equidad de género.
La Misión Madres del Barrio, en principio creada como institución, es otra estrategia integral del Gobierno Bolivariano para enfrentar la situación de pobreza extrema del país.
El programa, que ha atendido a más de 100.000 mujeres, cuenta con políticas integrales de atención e inclusión de la mujer en proyectos socioproductivos para el empoderamiento en diversos ámbitos.
«Seamos cada vez más un gobierno de las mujeres», dijo hoy el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, desde el Panteón Nacional.
América Latina
Un total de 20 países de América Latina y El Caribe actualmente cuenta con leyes de violencia contra las mujeres. Sólo ocho países asignan recursos específicos en su presupuesto nacional, según la Comisión Económica para América Latina (Cepal).
En 14 países de la región se ha tipificado el delito de femicidio y dos lo han establecido en su legislación en el grado de homicidio agravado por razones de género.
Los feminicidios han crecido en la región en los últimos años. 98 por ciento de los casos permanecen impunes. De los 25 países con mayor tasa de crímenes por razones de género, 14 son latinoamericanos.
El pasado 25 de noviembre, el colectivo #NiUnaMenos difundió los resultados del primer índice de violencia machista de Argentina. En la encuesta participaron más de 59.000 mujeres de todo el país. Los resultados son escalofriantes:
79% de las mujeres que respondió la encuesta fue tocada alguna vez en un transporte público sin su consentimiento, 69% de las mujeres tuvo miedo de ser violada al menos una vez, 99% de las mujeres entrevistadas vivió, por lo menos, una situación de violencia con alguna de sus parejas y el 95% de las mujeres sintió haber estado en una situación que ameritaba una denuncia.
El año pasado, en su segundo período presidencial, Michelle Bachelet firmó la Ley por el derecho de la mujer a una vida libre de violencia. Según las estadísticas del Ejecutivo chileno, al menos 2 millones y medio de mujeres son víctimas de algún tipo de violencia, y de ellas sólo un 4% realiza una denuncia o búsqueda de ayuda.
Cuando el machismo es política de Estado
El nuevo gobierno de Brasil, surgido de un golpe de Estado, no ha escatimado en expresiones machistas. La propia Dilma Rousseff denunciaba antes de ser derrocada: “Se me ve como dura; los hombres que actúan igual son normales”.
Grupos a favor de Temer han distribuido calcomanías con la imagen de Rousseff con las piernas abiertas para colocar en el área de la vagina el dispensador de la gasolina. Jair Bolsonaro, un congresista de ultraderecha dedicó su voto en favor de la destitución de Rousseff al militar que la torturó. Este mismo personaje agredió a otra representante del Senado diciéndole “no merece la pena ni violarte”.
En el gabinete de Temer no se incluyó a ninguna mujer.
Mauricio Macri nunca ha ocultado que es machista. «Vengo de una familia machista, allí una mujer no tiene otro destino que el de estar educando a los hijos». La entrega del mando fue conflictiva. Recibía la Banda presidencial de manos de Cristina Fernández quien denunció los tratos groseros de Macri.
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, aseguró en febrero que la lucha contra la violencia de género está en el “centro de la agenda”. Sin embargo, sus palabras contradicen sus acciones: su Gobierno anunció el recorte al presupuesto de 2017 para la lucha contra este crimen.
La Asociación Civil La Casa del Encuentro reveló que durante el 2016 hubo 290 feminicidios en Argentina. Los crímenes dejaron 401 hijos e hijas sin madre, de los cuales 242 son menores de edad. En los primeros 43 días de 2017 hubo un total de 57 feminicidios en Argentina, según un informe elaborado por el Instituto de Políticas de Género Wanda Taddei.
LC
