Bielorrusia amaneció este lunes con el mismo presidente. La Comisión Electoral Central declaró a Alexánder Lukashenko como ganador de los recientes comicios presidenciales. El mandatario alcanzó el 80 % de los votos en el proceso de este domingo.
Como era de esperarse, Alemania denunció que las elecciones no cumplieron con los «estandares democráticos». El panorama se asemeja al de Bolivia en octubre de 2019, cuando la Organización de los Estados Americanos (OEA) se alió con la derecha y sectores militares para desconocer la victoria del presidente Evo Morales y luego ejecutar un golpe de Estado.
En Bielorrusia, los resultados no fueron inesperados, tal y como paso en Bolivia, donde Evo tenía el claro apoyo de la población. Lukashenko lideraba todas las encuestas y este domingo 4,6 millones de ciudadanos apoyaron su reelección.
Su rival, la líder opositora Svetlana Tijanóvskaya, apenas obtuvo 574 sufragios, para un 9.9 % de los votos. Sin embargo, tras conocerse los resultados, sus simpatizantes se movilizaron por la calles de la capital, Minsk, para denunciar un fraude sin pruebas y desconocer los resultados.
Bielorrusia cuestionado por su relación son Rusia
Las elecciones bielorrusas eran motivo de atención en Europa. Desde Bruselas, Lukashenko es acusado de ser «el último dictador» del continente, luego de 26 años al frente de los destinos de la antigua república soviética. Sin embargo, esta acusación vendría simplemente por su alianza con Vladimir Putin.
La gente protesta tras el fraude del régimen de Alexandr Lukashenko, otro más en #Bielorrusia. #Minsk #Belarus pic.twitter.com/0B0u2V8BKh
— Marta Llopis (@LlopisMarta95) August 10, 2020
Es por ello que medios europeos insisten en reseñar que Lukashenko se reeligió a sí mismo para un nuevo mandato de cinco años.
Por su parte, Tijanóvskaya declaró que no reconoce los resultados de los comicios. Según ella, nuevamente sin pruebas, los datos que recibieron desde las mesas electorales en todas las regiones del país muestran que su candidatura obtuvo entre 70 % y 80 % de los votos.
Además, desde su oficina comunicaron que «no todo ha terminado», en una especie de advertencia de que están listos para una protesta a largo plazo. Aunque la propia Tijanóvskaya aseveró que aboga por protestas pacíficas, las acciones de calle reflejan lo contrario.
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