InicioDestacadaViolencia en Hong Kong, la provocación de los enemigos de China

Violencia en Hong Kong, la provocación de los enemigos de China

Desde junio de 2019, la situación de Hong Kong se ha vuelto insostenible. La violencia se ha apoderado de la región, donde una parte de la población se resiste a cumplir las órdenes emanadas desde la República Popular.

La excusa: Un proyecto de ley de extradición a China presentado por el gobierno local, dirigido por Carrie Lam, y por el que acusan a Pekín y al Partido Comunista de limitar la democracia en la excolonia británica.

Al más puro estilo de las revoluciones de colores de la Europa Oriental y de la campaña desestabilizadora en Venezuela, la oposición hongkonesa se abalanza a las calles, con sombrillas, máscaras, ladrillos y hasta flechas, por “temor” de que las leyes chinas se extiendan por la ciudad autónoma y que los habitantes terminen “sometidos” a un sistema legal diferente.

Violencia en Hong Kong, la provocación de los enemigos de China
Muchos se preguntan si está la mano extranjera impulsando la violencia en la antigua colonia británica / Foto: Cortesía

Para ello han sido claves Joshua Wong –activista estudiantil que en 2014 estelarizó la llamada Primavera Asiática y que hoy ya tiene partido propio, Demosisto- y el Civil Human Rights Front (o Frente Civil de Derechos Humanos), que alegan haber movilizado a más de un millón de personas a favor de la causa.

Pero la administración de Xi Jinping no se chupa el dedo. Entrevistado por un medio británico, uno de sus funcionarios aseguró: “Lograr que tanta gente salga a la calle seguro que requiere organización, una gran suma de dinero y recursos políticos”. Nadie se llame a engaños. Lo que ocurre en Hong Kong está muy lejos de ser espontáneo.

Hong Kong: «Un país, dos sistemas»

La sola idea de aplicar la ley de extradición en Hong Kong levantó la polvareda, pese a que China siempre alegó que la medida no incluiría delitos políticos, y muchos empezaron a argumentar que se estaría violando el principio de “un país (China), dos sistemas: comunismo y capitalismo (para la región especial, al menos hasta 2050, condición que convino Pekín con Gran Bretaña para recuperar la soberanía en la localidad).

El hecho de que grupos “de derechos humanos” y expertos legales locales se hayan alarmado no habría tenido nada de particular, pero que la comunidad empresarial, las corporaciones multinacionales y los gobiernos extranjeros hayan esgrimido “preocupación” terminaron por develar que hay cierta intromisión extranjera en toda la situación de Hong Kong.

Por ello, el diario China Daily llegó a publicar una editorial que rezaba: “Desafortunadamente, algunos residentes de Hong Kong han sido engañados por la oposición y sus aliados extranjeros para apoyar la campaña antiextradición”.

Pero el mal estaba hecho

Entonces, resurgió la Revolución de los Paraguas –la que Joshua Wong había liderado en 2014. Cientos de manifestantes hicieron brotar un nivel de violencia como no se había visto en décadas: ladrillos y botellas alcanzaban por igual a mobiliario urbano y a funcionarios policiales, quienes debieron contestar con gases lacrimógenos, la tarde del 12 de junio.

Violencia en Hong Kong, la provocación de los enemigos de China
Hong Kong experimenta una espiral violenta sin precedentes en décadas / Foto: Cortesía

Desde entonces, no han valido los llamados a diálogo de Carrie Lam. Decenas de militantes enmascarados usualmente construyen barricadas, destrozan propiedad pública, provocan incendios, mientras que medios estatales como Xinhua culpa a los “alborotadores de conspirar con fuerzas extranjeras”.

Como prueba, cita casos de políticos foráneos que expresan preocupación por la erosión de Hong Kong bajo dominio chino y responsabiliza a Washington por aprobar “una ley que ordena una evaluación anual de las libertades políticas en Hong Kong”, como condición para mantener la relación comercial con la región especial.

Lam tiene el apoyo de Xi Jinping

Sin embargo, Xi Jinping no le quita su apoyo a Carrie Lam e incluso ha expresado, hace pocos días, que “ante las dificultades y la presión, ha gobernado de acuerdo con la ley y ha actuado con dedicación. Ha hecho mucho trabajo en situaciones difíciles (…) El Gobierno central reconoce totalmente su valentía y su compromiso en estos tiempos insólitos”.

La Jefa del Ejecutivo hongkonés, por su parte, afirma que “la violencia ha remitido en las últimas dos o tres semanas”, pero tiene otro desafío, pues la economía de su jurisdicción se contrajo 2,9% en el tercer trimestre y entró en recesión por primera vez en una década, debido al impacto de las protestas en el turismo, las ventas, las exportaciones e importaciones.

Y es que la receta económica del menoscabo se repite en donde quiera que esté metida la mano de la injerencia extranjera.

FF

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