En medio de una de las mayores crisis del sistema penitenciario de la historia de Brasil, que mantiene en jaque al Gobierno y a las administraciones estatales, el Ejecutivo de Michel Temer anunció este lunes que las fuerzas armadas podrán realizar inspecciones rutinarias en las cárceles, reseñó EFE.
La crisis penitenciaria ha alcanzado «dimensiones nacionales» y requiere de «acciones extraordinarias», admitió el presidente Temer tras participar en una reunión con órganos de seguridad e inteligencia estatales.
El Gobierno brasileño enviará al ejército a los centros penitenciarios para contener la crisis que vive el sistema carcelario desde el pasado 1 de enero, con continuas matanzas entre facciones rivales del narcotráfico que ya han dejado más de 120 muertos.
Temer asume que las condiciones de las cárceles de Brasil son «inhumanas». El portavoz de la Presidencia de la República, Alexandre Parola, hizo el anuncio en rueda de prensa, reconociendo que la crisis alcanzó «al ámbito nacional». Aseguró que los militares harán inspecciones rutinarias en busca de armas y subrayó que serán los gobernadores de cada estado los que tendrán que dar permiso para que el ejército entre en las cárceles, ya que son de su competencia.
El portavoz del gobierno anunció esta medida después de una reunión con el presidente Michel Temer en la que también se definió la creación de una comisión nacional para reformar el sistema de prisiones.
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