El gobierno de Antigua y Barbuda firmó este lunes su adhesión como miembro pleno del Banco de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América como parte de la programación del 11º aniversario de la institución. En un contexto en el que los principales socios están siendo objeto de sanciones y bloqueo financiero por parte de los EEUU, este acto representa una señal de confianza y resistencia.
De esta forma la nación caribeña se convierte en el séptimo país miembro del organismo financiero internacional conformado, además, por Cuba, Bolivia, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, Dominica y Venezuela.
Recordemos que el Banco del Alba fue creado en el contexto de una nueva arquitectura financiera para la integración y el desarrollo de América Latina y el Caribe impulsado por ALBA TCP. Todo un desafío a la hegemonía neoliberal imperante en el planeta.
El ALCA se fue pa’l carajo y nació ALBA TCP
El Área de Libre Comercio de las Américas o ALCA fue el nombre oficial de un acuerdo multilateral de libre comercio, firmado en Miami durante la I Cumbre de las Américas de 1994 que – en la práctica – implicaba la desaparición de los Estados Nación del continente para servirles en bandeja de plata nuestros recursos a las grandes transnacionales.
Este acuerdo había sido firmado por todos los países de América – con excepción de Cuba – y sus peligros comenzaron a tomar notoriedad en la opinión pública durante la Cumbre de Quebec en 2001. Allí hubo una serie de protestas populares en contra de su aplicación, rechazo respaldado por la voz solitaria del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela: Hugo Chávez.
Fue en 2004 durante la Cumbre de Mar del Plata en Argentina que los entonces presidentes Hugo Chávez, Néstor Kirchner y Luis Inácio «Lula» da Silva – junto con los movimientos sociales – sepultaron para siempre al ALCA
En diciembre de ese año los gobiernos de Venezuela y de Cuba firmaron el acuerdo fundacional del ALBA, una organización internacional fundamentada en los principios de la solidaridad y complementariedad entre los países que lo integran.
Esto se logra a través de la creación de mecanismos que aprovechen las ventajas cooperativas entre las diferentes naciones asociadas para compensar las asimetrías entre ellas, a través de fondos compensatorios, destinados a la corrección de discapacidades intrínsecas de los países miembros, y la aplicación del TCP (Tratado de Comercio de los Pueblos).
Seis años más tarde nació el Banco del Alba con el objeto de “coadyuvar al desarrollo económico y social sostenible, reducir la pobreza y las asimetrías, fortalecer la integración, promover un intercambio económico justo, dinámico, armónico y equitativo entre los países miembros (…) inspirado en los principios de solidaridad, complementariedad, cooperación y respeto a la soberanía de los pueblos”.
Logros a pesar de las adversidades
En la actualidad los principales accionistas del Banco del Alba – Venezuela y Cuba – son objeto de un brutal bloqueo económico y acoso político por parte de los EEUU y sus aliados. Nicaragua y Bolivia están en una situación similar. A pesar de ello la institución tiene varios logros en su haber y se mantiene en resistencia.
De acuerdo con Ramiro Lizondo – director ejecutivo del Banco y del consejo monetario regional del Sucre – el objetivo era lograr la independencia económica futura y se instrumentaron dos mecanismos para ello: el Banco de Desarrollo y el Sucre, la moneda virtual que sirve “como medio de pago para las transacciones de nuestros países”.
El tercer pilar económico que estaba previsto implementar – y no se ha logrado – es el Fondo de reserva, que pudiera servir para atenuar los efectos de las crisis financieras vinculadas al capitalismo, pero la situación actual impide su puesta en marcha.
Lizondo reconoce que es un momento difícil, pero en el caso del Banco aseguró que sigue operando, financiando proyectos en varios países del Caribe, como San Vicente, Dominica y Cuba, y también en Suramérica, en Venezuela y Bolivia.
Igualmente – a pesar de que no se ha podido utilizar el Sucre desde hace casi dos años – el Banco no ha dejado de funcionar gracias al aporte de capital de los países miembros: “Es muy difícil hacer los desembolsos, porque todo el sistema financiero internacional está bloqueando a Venezuela, a Cuba y a Nicaragua, eso encarece y dificulta las operaciones por el cambio de moneda”.
Ramiro Lizondo concluye que hablar del ALBA es hablar de lo subversivo, porque va en contra de los intereses de las oligarquías de la región. Además recordemos que – en su momento – el comandante Chávez dijo que hablar del ALBA TCP es hablar de Independencia y que se seguirá dando la batalla “pase lo que pase”
Enza García Margarit.