El asesinato del periodista Jamal Khashoggi sigue generando controversias y ahora empieza a salpicar el mundo del deporte, por ser una de las estrategias más atractivas del príncipe Mohammed Ben Salman para potenciar al renio saudí.
En los últimos meses Mohammed Ben Salman, mejor conocido como MBS, ha mantenido un acercamiento con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, donde se han establecido una serie de acuerdos que logran consumar los deseos del príncipe heredero.
Los acuerdos incluyen el llevar el mundial de clubes deportivos a tierra saudí, la construcción de nuevas instalaciones, desarrollar eventos deportivos internacionales, e incluso la posibilidad de privatizar algunos clubes.
Para concretar estos deseos, MBS anunció la creación de un Fondo de Desarrollo Deportivo, y entre las primeras acciones de acuerdos se agendó un partido entre la Juventus y Milán, donde por supuesto la figura más esperada es Cristiano Ronaldo, además se planeó el arranque de la temporada E, y lo más próximo, la exhibición de los tenista Novak Djokovic y Rafael Nadal el próximo 22 de diciembre en la ciudad árabe, Yeda.
Las críticas y condenas a estos eventos no se han detenido, se trata del país que perpetró un “crimen planificado” que incluye torturas, mutilaciones y descuartizamiento, según el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan, y que involucra directamente al Ben Salman, algo que ha rechazado el príncipe diciendo que es un señalamiento “odioso y sin justificación”.
“Podrían cancelar la exhibición, tal y como lo hicieron recientemente muchas compañías y ejecutivos al renunciar a una conferencia de negocios en Riad en respuesta al asesinato de Khashoggi”, dijo una integrante de Amnistía Internacional, mientras que el eurodiputado Miguel Urbán dijo que “Nadal se equivoca al avalar implícitamente a la dictadura de Arabia Saudí”.
Jamal Khashoggi denunció muchas veces en sus escritos a MBS por su participación en la guerra en Yemen, su culpabilidad en la falta de libertad de expresión en el reino saudí y el encarcelamiento de muchos de sus colegas por parte del equipo de comunicación del príncipe. Seguramente esto respondería muy bien a las implicaciones que se han evidenciado de Mohammed Ben Salman en el crimen sobre Khashoggi.
NA
