A un año del voraz incendio en la Torre Grenfell en Londres, el informe del Gobierno concluye que se incumplió la normativa de seguridad, sin embargo, no pide la prohibición total del uso de materiales de revestimiento que puedan ser inflamables.
Los familiares de las 72 víctimas fatales ocurrido el 14 de junio de 2017, en una torre del Oeste de la capital inglesa, en la que vivían alrededor de 500 personas de bajos recursos, aún reclaman justicia.
Judith Hackitt, la arquitecta responsable de la revisión encargada por el Ejecutivo, señaló que es necesario aprobar un nuevo marco regulador en materia de seguridad en los edificios, especialmente aquellos que tienen más de diez plantas
En concreto, el estudio dejó claro que el sector industrial de la construcción debe asumir la «responsabilidad» de la entrega de inmuebles, que sean seguros para los inquilinos, en lugar de decir qué materiales «son aceptables» y cuáles no.
Según las investigaciones hasta el momento, el fuego comenzó a causa de un refrigerador defectuoso y se extendió rápidamente por las 24 plantas del edificio.
Los expertos señalaron que las llamas se extendieron con mucha facilidad debido a que el revestimiento del edificio tenía material inflamable.
Al menos 95 edificios de propiedad municipal en Inglaterra, que se asignan a personas sin recursos, cuentan con revestimientos inflamables, anunció el Ministerio de Comunidades y Gobierno Local.
El parlamentario laborista por Tottenham, David Lammy, criticó la revisión y aseguró que es «una traición» y un intento por «blanquear» lo sucedido.
«Es impensable e inaceptable que tantas personas puedan morir en un desastre y un año después no se hayan prohibido los revestimientos inflamables. Continuaré apoyando a las familias de Grenfell y continuaré pidiendo una prohibición total del uso de cualquier material inflamable», dijo Lammy.
Desde el incendio, se han desinstalado los paneles de revestimiento y de aislamiento inflamables en cientos de edificios de gran altura en Inglaterra y Gales.
ER
